Asgardia y la colonización espacial




El futuro de la humanidad está fuera de la Tierra.

Si vivís en el mismo planeta que yo, creo que habréis oído o pensado esta frase más de una vez. Son muchas las pistas que tenemos hasta ahora: superpoblación, contaminación, deforestación y un montón de cosas más que terminan en “-ción”.


Sin embargo, yo no vengo a hacer un manifiesto para salvar la Tierra, sino que quiero hablar sobre el primer paso que se está dando para hacer realidad esta salida del planeta. Se trata de la creación de Asgardia, una nación en el espacio, fuera de las fronteras terrestres.

Este proyecto comenzó en París el 12 de Octubre de 2016 y salió de la cabeza de un científico ruso, Igor Ashurbeyli, quien tiene expectativas muy serias para este nuevo país. El principal objetivo es crear un lugar dedicado al desarrollo científico y al que, como dicen textualmente en su página web, “no se puedan trasladar los conflictos terrestres.”

De momento, este proyecto solo es virtual, pero se planea que dentro de poco deje de serlo. De hecho, los creadores tienen la intención de poner en órbita el primer satélite entre el 2017 y el 2018, y seguir mandando más en el futuro, y quizás hasta poner asgardianos en órbita*. La idea principal es que en él se pueda dar total libertad al desarrollo de la ciencia y de la tecnología, evitando las restricciones legales que hay en las naciones terrestres, ya que en ese momento, Asgardia sí estaría situada en un lugar físico.

Hay quien podría tomarse a broma este proyecto, pero la verdad es que los creadores van en serio. De nuevo, me remito a la página, donde afirman que la nación tendrá gobierno, embajadas, himno, bandera y toda la pesca que tienen las naciones terrestres. De hecho, en su página web hay hasta un concurso en marcha para ayudar a diseñar el himno y la bandera.

Por el momento, la nación no existe como tal, pero ya se ha extendido una solicitud a las Naciones Unidas. Si la aprueban, será una nación oficialmente y los que hayamos solicitado la nacionalidad podremos obtenerla tras hacer el papeleo correspondiente y ser ciudadanos.

Espera, ¿ciudadanos?¿Qué? Sí, en la página web de Asgardia puedes apuntarte para ser ciudadano. Solo tienes que rellenar un sencillo formulario con tu nombre completo, correo electrónico, país y confirmar que tienes más de 18 años. Una vez hecho esto, te aparece un cartelito que te dice que te mandarán más información por correo electrónico. Hace dos días, yo misma rellené la preinscricpción, como buena friki de la ciencia que soy, y mientras escribo estas líneas ya hay 453898 asgardianos apuntados (para comenzar necesitaban tener 100.000, pero ya sobrepasan la cifra con creces).

Captura de la página hecha unos días más tarde. Se han apuntado bastantes más.

La verdad es que este proyecto parece muy bonito, en el caso de que alguna vez llegara a hacerse realidad, pero hay muchos que piensan que solo es una utopía. Las Leyes de Política Espacial indican que ninguna parte del espacio exterior puede ser apropiada por un estado, con lo que, legalmente, Asgardia no puede crearse. Por otro lado, hay quienes opinan que una nación que no esté directamente asociada con un territorio no llegaría a funcionar.

Sin embargo, Igor Ashurbeyli sabe lo que se hace: es fundador del Centro de Investigación Aeroespacial Internacional y también forma parte del comité de ciencias del espacio de la UNESCO. No sabemos si el proyecto llegará a salir a la luz, o mejor dicho, al espacio algún día, pero puede que Igor no esté tan loco como muchos creen.

Bien, pues una vez visto todo lo que planean los asgardianos, quiero aprovechar para hablar un poco de la colonización espacial. Como sabéis, este tema está muy presente en la literatura de ciencia ficción, pues a menudo aparece gente viviendo en satélites o en naves errantes.

Colonización del espacio

No es descabellado pensar que un día podamos estar viviendo en el espacio, lejos del suelo terrestre. Sin embargo, estemos donde estemos, los humanos necesitamos una serie de comodidades básicas que nuestro hogar espacial debería poder proporcionarnos. Sí, estoy hablando de cosas totalmente superfluas, como gravedad distinta de cero.

Como seguramente sabéis, ni siquiera los astronautas más experimentados pasan mucho tiempo en el espacio. Por eso, no podemos hacer una versión un poco más grande de la Estación Espacial Internacional y conformarnos con eso, sino que hay que hacer algo que esté adaptado para pasar, si no una vida entera, períodos bastante largos de tiempo.

Volviendo al ejemplo de antes, la gravedad cero tiene efectos perjudiciales para el cuerpo a largo plazo, pero además se necesitaría una forma de producir comida (o en su defecto, un distribuidor que nos la trajera cada cierto tiempo). También tiene que haber sistemas de energía, de circulación de agua, de eliminación de desechos… Todos estos elementos no son, por sí solos, una dificultad enorme, sino que el problema reside más bien en su integración.


Gravedad artificial

Vamos a hablar primero de la gravedad artificial. Generalmente, los efectos de la fuerza de la gravedad pueden imitarse con otras fuerzas, por ejemplo, la centrípeta y la aceleración lineal.

Para generar gravedad artificial usando la fuerza centrípeta necesitaríamos una nave que estuviera en rotación. Creo que esta es la forma más típica, o por lo menos, la que más veces he oído mencionar, pero tiene una serie de problemas. En primer lugar, hace falta mucha energía y una construcción perfecta, ya que algún defecto podría ser peligroso al haber un giro tan rápido. En segundo lugar, el radio de giro tiene que ser lo bastante grande como para que la gravedad se sienta uniforme (si fuera demasiado pequeño se sentiría más gravedad en los pies que en la cabeza). Por último, el efecto Coriolis, fuerza que actúa en los objetos que rotan (en la Tierra, sin ir más lejos) puede afectar a las personas causándoles naúseas o mareos, pero no está claro como reaccionan a ella los humanos en exposiciones largas.


En este vídeo podéis ver la explicación de Leonard, de The Big Bang Theory, de la fuerza centrípeta con un vaso y una oliva. Está en italiano, pero se entiende.

Por otro lado, la aceleración lineal se puede conseguir simplemente haciendo acelerar la nave en línea recta. Sin embargo, para ello también haría falta mucha energía, por lo que necesitaríamos combustibles o motores nuevos (quizás la antimateria o el motor VASMR, del que ya os hablé). Esta técnica podría estar bien para viajes, por ejemplo, se ha planteado para viajar a Marte, pero no creo que sea la mejor de las ideas si queremos estar simplemente en órbita alrededor de la Tierra, como es el caso de la EEI o como sería el caso del satélite asgardiano.

Energía

Bien, siguiente punto ¿de dónde sacamos toda la energía necesaria? La verdad es que la energía solar es algo que se utiliza mucho en el espacio, ya que el rendimiento es máximo. Sin embargo, la cantidad de energía solar que se puede utilizar tiene un límite máximo porque depende de las células fotoeléctricas.


Estación Espacial Internacional con sus paneles solares.

Otro combustible que se ha barajado es la antimateria, que al colisionar con la materia genera una cantidad ingente de energía. Pero bueno, teniendo en cuenta que apenas se ha podido producir antimateria en los mejores laboratorios del mundo, no creo que se algo que podamos considerar a corto-medio plazo.


Sistemas de reciclaje

Siguiente cuestión: las demás cosillas que necesitamos para vivir. Para conseguir el agua se puede recurrir a los sistemas de reciclaje que usan ahora mismo en las naves, pero a una escala mucho mayor y más detallada, ya que estamos hablando de muchas más personas (que somos muchos asgardianos, eh). Parece cosa de ciencia ficción que todo lo que salga de nuestro cuerpo se pueda volver a aprovechar, pero el caso es que desde la NASA se está haciendo realidad. Actualmente, los astronautas beben agua que se puede reciclar de su propia orina (no me miréis así, que no es nada asqueroso) y respiran oxígeno que se obtiene mediante otros procesos químicos.

El problema de esto es que, aunque los sistemas funcionan bien, no son perfectos, así que se produce pérdida de materia. Al final, se acaba dependiendo de la Tierra para el suministro de ciertas cosas, se quiera o no. Por eso, en mi opinión, lo ideal sería tener vegetales, que convierten el CO2 en oxígeno respirable y además proporcionan alimento y buena compañía. Sin embargo, las plantas ocupan espacio y gastan agua, así que ya que estamos, podríamos montar granjas también, que completarían el menú.

En mi opinión, una nave con granjas es algo factible (si no me creéis, mirad las casas que se monta la gente en 15 metros cuadrados), pero repito que hace falta un sistema increíblemente eficiente de reciclaje de agua y gestión de desechos. Esto nos llevaría ya a otro nivel de nave, mucho más grande y que consuma más, pero todo depende de lo que se quiera conseguir.

Iba a hablaros aquí de los cilindros de O’Neill, pero creo que es algo que se merece una entrada entera y no un párrafo apresurado, así que queda para otro día. Simplemente quiero concluir con mi opinión. Creo que un satélite con población estable fuera de la Tierra es factible, sí, pero muy a largo plazo. En este tipo de proyectos hay mucho que planificar, muchos detalles que pulir y, por supuesto, muchas cosas que pueden salir mal, así que pienso que sería todo un error hacerlo todo rápidamente. Igual ahora podéis decir “pero, si esa tecnología existe ¿qué problema hay?”.

Cilindro de O'Neill (como en el libro de Cita con Rama)

Bueno, no estoy segura de si la tecnología existe o no, para qué os voy a mentir. De sobra sabéis que las agencias espaciales no van por ahí divulgando todo lo que tienen y suele haber un cierto secretismo con respecto a las cosas (de hecho, oí teorías acerca de que la información que nos dan es la que obtuvieron varios años atrás, pero no sé hasta qué punto es cierta o no). El caso es que, si bien la tecnología puede que exista por separado, para un proyecto de tal envergadura hace falta mucho más que poner las piezas juntas.

Por último, hay que tener en cuenta que si se lanza una nave con asgardianos irían eso, asgardianos, gente que se ha apuntado desde su casa y que no son, ni mucho menos, personas entrenadas. A la EEI van astronautas que llevan mucho tiempo preparándose, no gente aleatoria. Por eso no se necesitan más facilidades y no se le puede exigir lo mismo a la tripulación.

*Actualización de cinco días más tarde: he estado revisando las FAQs y sí que dicen que quieren mandar un satélite pero también dicen a la gente que no se haga ilusiones respecto a ir al espacio a corto plazo, así que lo más probable es que no lleguemos a verlo.



Y bueno, creo que esto es todo por ahora. Me ha quedado pendiente hablar un poco de los sistemas de lanzamiento, de cómo se pondría en órbita el satélite y de los tamaños y personas que podría albergar. Sin embargo, me estaba pasando ya de la raya, así que lo dejaré para una segunda entrada, o algo parecido. La semana que viene tenía pendiente abordar un tema más biológico, pero ya dije por Twitter que tenía la intención de hacer cada vez más posts de Ciencia Para Escritores, así que antes o después tendréis el tema que queráis.

Si os ha gustado, no os olvidéis compartir la entrada en las redes sociales y dejarme un comentario. ¡Ah! Y si os gustaría que hablase de algo en concreto, también podéis decírmelo, que siempre estoy abierta a nuevas ideas. Dicho esto, nos vemos en la próxima entrada. ¡Hasta luego! :D

Raquel Alonso

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