Como unas antenas, este post recoge lo mejor de lo mejor que he subido hasta ahora. Es decir, TODO.

¡Buenas a todos! Pues por fin ha llegado el final de año, y esta vez me ha pillado preparada. Hace unos días pregunté en mi Twitter si queríais que hiciera una recopilación o algo de ciencia para escritores coincidiendo con el final del año y la mayoría de la gente votó que sí. Y ya que era una encuesta vinculante, pues no vamos a hacer el feo, así que aquí está mi recopilación científica.

Desde que empecé a hablar de ciencia, allá por febrero, me ha dado tiempo a hablar de muchos y variados temas, desde extraterrestres hasta gigantes, pasando por bacterias y cyborgs. En esta entrada los voy a poner todos organizaditos y por último, entregaré mis propios premios a mis propios posts. Es raro, sí, pero como diría el Cientefico, ai que quererse.

Igual os habéis preguntado alguna vez si estamos solos en el Universo (o igual sois como yo y estáis totalmente convencidos de que sí). Pues bien, hace tiempo ya tocamos el tema en este blog: hablamos de la Ecuación de Drake, de la consiguiente Paradoja de Fermi y sus posibles soluciones, del Principio de Mediocridad y de la Hipótesis de la Tierra especial. ¿Mi conclusión? Que leer el artículo crea casi más dudas de las que soluciona. Es tan fascinante pensar en todo lo que puede haber ahí fuera y darse cuenta de que es prácticamente imposible que lleguemos a ver a los extraterrestres por mucho que existan, que te hace cuestionártelo todo.

Después, partiendo de la base de que los extraterrestres existen, es imposible no preguntarse dónde están y cómo son. Estas dos preguntas van en realidad ligadas, porque su aspecto vendrá condicionado por su bioquímica, y su bioquímica por el planeta en el que vivan. Como la bioquímica del carbono ya la tenemos muy vista (porque es la nuestra, más que nada), hice una entrada donde hablaba de otras alternativas: vida basada en el silicio, en amoniaco, en fluoruro de hidrógeno... Una entrada un poco técnica (me estrujé mucho el coco para hacerla entendible), pero de las más completas que tengo.

Vale, sí, los extraterrestres existen y sabemos más o menos cómo son. Pero ¿cómo de avanzados están?¿Pueden destruir nuestra civilización con un solo soplido?¿Dios es un alien? En la entrada acerca de la Escala de Civilizaciones de Kardashov (la primera que hice y la que comenzó toda esta locura) intenté responder a todas las preguntas, aunque usando más especulación que otra cosa.

Y por último, se me fue la pelota ya por completo y terminé haciendo un artículo sobre la Teoría del Zoo, una de las muchas soluciones a la Paradoja de Fermi. Y digo que se me fue la pelota porque esta teoría postula que, si no hemos contactado con extraterrestres todavía es porque la Tierra es como un acuario en el que los aliens nos observan, como si fuéramos su experimento científico (entre otras cosas igualmente locas).

Los aliens son un elemento muy típico de la ciencia ficción, pero si hay algo que lo sea aún más, yo creo que es el espacio y los viajes espaciales. A mí me han fascinado desde siempre, sobre todo porque todo es mucho más científico. Me explico: mientras que cuando hablábamos de aliens teníamos que tirar de especulación a menudo, aquí hablamos de leyes físicas, de gravedad y de energía.

Os hablé de Asgardia, la primera nación fuera de la Tierra, en el espacio, y aproveché para hablar de la colonización espacial, algo que yo creo que llegará más pronto que tarde. Sin embargo, la colonización espacial es un tema muy amplio. Hay muchísimas cosas que tener en cuenta, y la verdad es que me habría gustado hablar de todas (pero bueno, tiempo al tiempo).

Relacionado con esto de viajar por el espacio, hablé del Cilindro de O'Neill, una nave gigante que sería la que nos permitiría colonizar el espacio, tanto cerca de la Tierra en plan satélite, como lejos en plan nave generacional. Los cilindros de O'Neill contendrían en su interior un verdadero hábitat para ser autosuficientes: tendría que haber agua circulante, plantas, animales, zonas para cultivar, casas para los humanos... Vaya, que sería como un planeta Tierra en miniatura. Pero, ¿eso es viable?

Pues parece que no estamos tan lejos de conseguirlo (a ver, tómese como un "tan" relativo). Hace unas décadas, intentando probar precisamente esto de la Tierra en miniatura, se realizó un experimento llamado Biosfera 2, que consistía en crear un ecosistema artificial cerrado. Tenía que mantenerse sin aporte del exterior, y tenía que permitir a los seres humanos vivir en su interior y [SPOILER] salió bien. Para mí, esto supone un enorme avance hacia la colonización espacial y quizás incluso hacia la colonización de nuevos planetas.

Y por último, si alguien estaba preguntándose cómo narices vamos a hacer todo eso tirando de petróleo, mi respuesta es: "¡No tiraremos de petróleo!". No, porque tenemos una alternativa mucho más emocionante: la antimateria. Aunque hasta la fecha solo se ha conseguido sintetizar una cantidad ridícula de antimateria, en el futuro, cuando la tecnología esté más desarrollada, podría servir como un combustible muy poderoso. Se ha calculado que con unos pocos gramos podríamos llegar a Marte, con las enormes ventajas que conllevaría eso.

Muchas novelas de ciencia ficción están ambientadas en el futuro, bien futuro distópico, utópico o futuro normal y corriente. Un denominador común de estas novelas son los avances científicos. Por ello, si quieres ambientar tu novela en el futuro, deberías saber un poco lo qué es posible, lo que no lo será nunca y lo que se puede conseguir en breves.

Es importante remarcar que el futuro no es un campo libre para poner todas los inventos que se quieran. Es cierto que ofrece libertades, sobre todo si es el futuro lejano (hace años no podíamos ni imaginar lo que estaría inventado ahora), pero aún así, las leyes de la física siguen existiendo, y en principio no se pueden romper.

En primer lugar, hablamos de la telepatía, entendida como comunicarse con la mente. ¿Es posible? Bueno, yo diría que sí. Todo depende de lo estrictos que nos pongamos, pero con ayuda de la tecnología, sí. Exactamente lo mismo ocurre con la psicoquinesia, mover objetos con la mente, que también creo que es posible.

Quizás algunos me digáis "Oye, Raquel, si es gracias a aparatos electrónicos no vale." Bueno, decid lo que queráis, pero es cierto que la tecnología es una parte fundamental de nuestras vidas, y tiene toda la pinta de que lo va a seguir siendo, por lo menos en un futuro cercano. Es posible que en el futuro llevemos chips integrados en nuestro cerebro, con lo que ni siquiera tengamos que pensar en sacar el móvil del bolsillo.

Esto puede parecer bastante increíble, pero realmente, ya hay gente que lo tiene. Los cyborgs, criaturas parte máquina y parte humana, ya son una realidad. Aunque ahora apenas hay y están muy regulados por la legislación, todo parece indicar que vamos en esa dirección. Y sinceramente, no sé si me da miedo o no...

En este blog también nos ha dado tiempo a hablar sobre los viajes en el tiempo (en una entrada colaborativa con Cuervo Fúnebre). Partiendo de la base de que son prácticamente imposibles a una escala de tiempo media, examinamos los métodos por los que se podrían conseguir y luego el trato correcto en la literatura para evitar paradojas (aunque ya os aviso de que es más lío de lo que parece).

Y menos mal, porque es mi campo favorito. Si no saliera, tendría que escribirlo todo yo y eso sí que sería un marrón. Hablé de las mutaciones, porque son incontables las novelas o películas en las que aparece gente que las tiene. En algunos casos les dan poderes (como en X-men), en otros son el camino a una nueva especie. Sin embargo, a menudo no se tratan bien, quizás porque la gente no tiene muy claro lo que son (solo les suena la palabra).

Entonces aproveché para hablar de clones, porque también hay un montón de ejemplos, desde Star Wars a La Isla, pasando por Un Mundo Feliz (uno de mis libros favoritos, por cierto). Hay mucha gente que piensa que clonar es básicamente sacar copias iguales de una impresora de personas, y la verdad es que no podrían estar más equivocados.

Además, también he hablado sobre enfermedades de diversos tipos. Primero enlacé el canibalismo con la locura hablando sobre los priones para todos aquellos que escribieran novelas de aventuras (y para todos los curiosos). Tenía muchas ganas de hablar sobre otras enfermedades, pero me di cuenta de que muchos lectores no tienen una base en microbiología, así que se la creé yo: hice no uno sino DOS artículos sobre gérmenes: aquí está la primera parte y aquí la segunda.

Y a caballo entre las enfermedades y las mutaciones, hablé del error genético que hace que no puedas sentir dolor. Me pareció fascinante cuando lo leí por ahí y me dije "esto tengo que contárselo a mis lectores sí o sí". Aunque bueno, en realidad se lo cuento a todo el mundo, sean o no mis lectores.

También inicié una subsección llamada "villanos con ciencia" en la que pretendía analizar a los malos de las pelis (a los malos que suelen usar ciencia, claro), pero me quedé con una sola entrada: el manual del bioterrorista (mis padres y amigos me dijeron que me iba a detener la policía por publicar cosas así, pero de momento no ha pasado nada). Si alguien tiene alguna idea para continuar con esta sección, que no dude en decírmelo, abajo en los comentarios sería perfecto. Y si alguien quiere colaborar conmigo en esta sección, que me escriba por Twitter o en el apartado de Contacto.

Por último, me acerqué a la fantasía y hablé de enanos. ¿Hay alguna forma realista de tener a una raza de enanos como las que salen en las películas? Después de examinar diferentes tipos de enanismo, concluí que haberla, hayla. Aunque la fantasía es fantasía y no tiene por ser tan rigurosa científicamente como la ciencia ficción, creo que es bueno saber más acerca de lo que se escribe. Por si acaso te preguntan  *guiño, guiño*

He intentado clasificar los artículos que me faltaban, pero he sido incapaz, de verdad. Por un lado, está la entrada sobre gigantes, Pulgarcito y otras imposibilidades, que mezcla biología con física para ver si estos seres podrían ser reales o si se podría agrandar y encoger a las personas como en las películas.

Por otro, también analicé las plagas de Egipto (sí, las de la Biblia) para ver qué podían tener de real y qué no. Y sorprendentemente, tenían bastante más de lo que me imaginaba. Había pensado en hacer más entradas de este tipo, acerca de mitos que tienen parte de realidad, así que si se os ocurre algo también me lo podéis decir.

Que quede claro que estos premios no han tenido en cuenta la opinión de los lectores

A la entrada con más haters:  Escala de Civilizaciones de Kardashov

Madre mía, creía que no iba a terminarla nunca. La verdad es que quería hacerla bien, porque me estuve documentando sobre el tema bastante tiempo. Y sinceramente, estoy bastante orgullosa.

Y tanto que útil: una sola entrada del blog prácticamente me ha dado para hacer dos trabajos de la universidad (uno de ellos lo tengo que entregar a final de curso, pero bueh).

Partiendo de que no se puede... todo lo demás es tontería xD

Y hasta aquí la recopilación de este año. Prometo seguir escribiendo sobre ciencia y desmontando mitos. Si os ha gustado, podéis compartir y dejarme un comentario ¡Ah! Y si este artículo os ha hecho llegar a mi blog por primera vez, sabed que actualizo todos los domingos salvo causa mayor y que podéis seguirme aquí (debería saliros un formulario abajo del todo) y en Twitter.

¡Antes de iros! Me haríais un gran favor si me dijerais qué entrada os ha gustado más, qué entradas pensáis que son prescindibles y qué queréis ver en el blog a partir de ahora. Seguro que vuestras respuestas me son muy útiles.

Hasta la próxima entrada :D