¡Buenas a todos! Que levanten la mano los que le tienen un miedo paralizante a los virus. Los que no quieren ni oírlos mencionar, y mucho menos a sus derivados con nombres peligrosos: provirus, virión...
Bueno, pues esa gente ya tiene un motivo de peso para quedarse, porque hoy vamos a hablar precisamente de la cara útil de los virus, que creo que es mucho más desconocida que la cara útil de las bacterias, ¡y eso no puede ser, hombre ya!
Empecemos por el principio. El que no sepa qué son los virus y quiera una explicación detallada de ellos, puede empezar leyendo esta entrada (cuidado que enganchan). En resumen de lo que dice ahí, los virus son "agentes infecciosos" (el debate sobre si están vivos o no sigue todavía candente) capaces de inyectar sus genes en una célula y hacer que se reproduzcan en su interior para dar lugar a muchas copias de sí mismos.
¿Voy a poner esta imagen cada vez que hable de virus? La respuesta es sí. |
Es importante destacar dos cosas de esto. La primera, que los virus necesitan sí o sí reproducirse dentro de otra célula. Si un virus no tiene una célula que infectar, no puede causar el menor daño a nada ni a nadie, ni tampoco reproducirse. La segunda es que son muy selectivos: por lo general, un mismo virus no puede infectar a células de varias especies o incluso a veces, de varios tejidos. Es decir, cada virus infecta a un tipo de célula específica y no puede hacerles nada a otras.
"Ey, ey, ey, entonces ¿a qué viene lo de la gripe aviar?" Bueno, cierto. Hay virus que pueden infectar a varias especies, se dice que han saltado la barrera de la especie. Esto es porque sufren muchas mutaciones cuando se están reproduciendo, y si alguna de ellas les permite infectar a otras células, les resulta muy beneficiosa por lo que enseguida se extienden. En general, los virus mutan mucho, pero hay algunas familias que lo hacen más que otras. Por ejemplo, la gripe que se coge en invierno es de la familia Influenza, la misma que la gripe aviar, y muta tanto que hay que cambiar la vacuna cada año (y eso no pasa con muchas otras, por ejemplo, con el virus del papiloma humano, que te vacunas una vez y pista).
Bueno, el caso es que los virus, de por sí, no son malos. En primer lugar, no tienen conciencia como para calificarlos así, y en segundo, todo depende del uso que les des. Una bacteria te puede dar yogur o matarte de tuberculosis. Un virus puede causarte una neumonía o curarte la tuberculosis. Oh, sí, amigos. Un virus puede hacer muchas cosas.
Virus contra bacterias, ¿el antibiótico definitivo?
Existe un tipo de virus, los bacteriófagos (o fagos, para los amigos) que son capaces de infectar a bacterias y no causan ningún daño a los demás, ni animales, ni a plantas, ni por supuesto, a humanos. Vaya, se podría decir que libran una lucha a su nivel.
Estos virus podrían usarse para luchar contra enfermedades de origen bacteriano, ya que si te infectas con uno de estos virus, serían ellos los que infectarían a la bacteria y la aniquilarían por ti.
Fagos (se ven como setitas) atacando a una bacteria (lo grande). |
Igual algunos estáis pensando "¿para qué si ya existen los antibióticos?"¡Error! Los antibióticos no van a ser útiles para siempre, puesto que el mal uso y el hecho de que las bacterias también evolucionan hacen que haya muchísimas resistencias a ellos. El problema es que en cuanto una bacteria desarrolla mecanismos que le hacen resistente al antibiótico, este deja de ser útil contra esa especie. Y cada vez más bacterias se están haciendo resistentes a más antibióticos: es lo que se llama evolución. Las bacterias que no son resistentes a los antibióticos se mueren y solo van quedando las que sí lo son.
Esto no sería tan malo de no ser porque fabricar un nuevo antibiótico es bastante complicado, puede requerir décadas de investigación y una inversión económica muy fuerte. Así que cada vez hay más bacterias resistentes y cada vez se fabrican menos antibióticos porque al fin y al cabo, no devuelven esa inversión de tiempo y dinero que se ha hecho.
Como ya he dicho, una de las causas de esto es el mal uso de antibióticos: se les da indiscriminadamente a los animales en granjas, no se hacen rotaciones en los hospitales y además la gente se los toma mal. ¿Es eso posible? Pues sí. Y desde aquí os aviso: nunca se os ocurra tomaros un antibiótico que no os han recetado (médicos, no recetéis antibióticos contra los virus), y nunca lo dejéis de tomar antes de tiempo, aunque penséis que estáis curados, porque seguramente hayan sobrevivido las bacterias más resistentes y la recaída sea muuucho peor.
Otra razón para usarlos es que los antibióticos de uso común no suelen ser muy selectivos y se cargan a todas nuestras bacterias intestinales, que ya hablamos de que son realmente necesarias para nuestra vida, (y de hecho por eso se hacen trasplantes de heces). Los fagos, en cambio, sí son muy selectivos, atacan a una sola bacteria o puede que incluso a una sola cepa. De esta forma, si estamos infectados por una bacteria concreta, al tomarnos el virus, solo moriría ella y no notaríamos ningún efecto secundario (esto en un país utópico donde las leyes de la biología se cumplen siempre a la perfección y no hay excepciones*, en la realidad seguramente sí habría alguno).
¿Cómo funcionaría? Bueno, tú estarías malito, irías al médico, que te haría una exploración y determinaría qué tipo de bacterias tienes (si es que tienes bacterias, que no siempre). Después, te mandaría un medicamento a base de fagos, tú te lo tomarías y te curarías al cabo de poco tiempo. Los virus podrían viajar por tu cuerpo, por ejemplo, en la sangre, e infectar a las bacterias cuando las encontraran, matándolas sin causar más daños.
Pero, ¿es todo tan bonito como lo pintan? Como siempre, la respuesta es no. En primer lugar, el hecho de que los fagos sean tan específicos puede suponer un problema. Actualmente, el médico puede mandarte un antibiótico genérico sin saber al 100% cuál es la bacteria que te infecta, porque tiene un rango de acción bastante amplio. Sin embargo, de nada sirve que te mande un fago sin saber lo que tienes así que en primer lugar, tendría que identificarlo, haciendo pruebas que generalmente son lentas. Además, seguramente no tendríamos que tomar un solo fago, sino una mezcla de ellos para asegurarnos de que acabamos con todas las que causan la enfermedad.
Además, es importante que el virus que elijamos mate a las bacterias rápidamente, que haga el ciclo lítico (es decir, que entre en la bacteria, se reproduzca y la mate). No todos los virus matan a las bacterias, hay algunos, como el fago M13, que más bien retardan su crecimiento, y estos no nos interesan tanto. Hay otros virus, como el del VIH, que simplemente introducen el material genético en la célula, dejan que ésta se reproduzca muchas veces llevando una bomba en su interior y cuando llega el momento oportuno, ¡pum! hacen que el material genético se convierta en el virus completo y matan de golpe. Suena interesante, pero son muchísimo más lentos, así que no nos interesan.
Más cosas: habría que tener cuidado calculando la dosis, porque se van a multiplicar dentro del cuerpo del paciente mientras están infectando a las bacterias. Además, habría que asegurarse de que nuestro sistema inmunitario no va a acabar con el virus: de nada sirve infectarte de algo si lo van a destruir en cuanto entre. Eso sí, no haría falta preocuparse por lo que pasa con el virus después: una vez que ha matado a todas las bacterias que tiene que matar, no le quedan más y no puede causar más daño.
Es importante que sepáis que todo esto no está saliendo de mi imaginación, sino que esto existe, se ha probado y se ha utilizado con éxito algunas veces (sobre todo para casos muy concretos de personas que no respondían a antibióticos). También se ha propuesto usar fagos para limpiar comida y superficies, como si fueran sprays, pero tiene la desventaja de que las bacterias y los virus no tienen una gran movilidad, así que habría que confiar en que se encontraran (y no limpiarían la superficie por completo). Por eso se propone usarlas en combinación con otros antibiótico o agentes desinfectantes, ya que se obtendrían resultados mucho mejores.
En resumen, a pesar de que pienso que todavía hace falta bastante investigación para que esto pueda usarse igual que ahora usamos los antibióticos, no creo que sea una mala opción. Lo que habría que hacer es dedicar recursos para que este área avance. Y por supuesto, no tener miedo de los virus y normalizarlos. Si estamos continuamente expuestos a ellos en el aire, en la comida, en el agua... y no enfermamos, no pasará nada si nos los tomamos aposta para destruir algunas bacterias, ¿verdad?**
Virus contra el cáncer
Esta técnica, aunque está bastante menos estudiada que la anterior, tiene un fundamento similar: los virus (en teoría) podrían reconocer solo a las células cancerosas, infectarlas y matarlas, librándonos así de la enfermedad.
Esto está muy bien, pero ¿no son las células cancerosas células nuestras? Porque vale, cuando se trataba de bacterias, eran evidentes las diferencias, pero ¿aquí? En realidad, esto es posible porque cuando las células se vuelven cancerosas adquieren algunas diferencias respecto a las células sanas, porque dejan de expresar algunas proteínas y se estimula la expresión de otras nuevas. Lo que se busca es que precisamente los virus se basen en estas nuevas proteínas para infectar solo a las células tumorales.
Pero ¿de dónde sacamos virus así de específicos? Bueno, no tiene pinta de que podamos sacarlos de la naturaleza, pero para algo existe la ingeniería genética. Actualmente tenemos herramientas que nos permiten modificar el genoma de los virus para que solo puedan reproducirse en estas células cancerosas y no en las normales, así que no debería causar muchos efectos secundarios (volvemos a lo de antes, eso solo en el país de la biología utópica).
Actualmente, se están realizando ensayos clínicos con este tipo de virus (llamados virus oncolíticos, onco de cáncer y lisis de romper) y se han obtenido resultados prometedores, aunque ya sabéis la cantidad de ensayos que hacen falta para conseguir resultados concluyentes.
Eso sí, lo que hay que conseguir, aparte de que los virus no ataquen a las células sanas, es que el sistema inmunitario no ataque a los virus, igual que antes. De cualquier manera, en mi opinión es cuestión de tiempo que la ingeniería genética lo consiga.
Actualmente, se usan distintas estrategias dependiendo del tipo de cáncer. Antes de seguir, puntualizaré que el cáncer no es una enfermedad en realidad, sino un grupo de enfermedades, que se pueden comportan de forma muy distinta entre ellos. Por tanto, es evidente que no vamos a encontrar un solo virus para curar él cáncer, sino que esto es solo una aproximación. Para cada cáncer, se usarán distintos virus, con distintas modificaciones y con distinta administración.
Actualmente se ha probado a extraer células del tumor, inyectarles el virus in vitro y volver a introducirlas en el cuerpo, a modo de "caballo de Troya", ya que contienen en su interior al virus. Como son capaces de encontrar el tumor, cuando llegan hasta él pueden contagiarlo. En otros casos, el virus puede inyectarse directamente al paciente por vía intravenosa para que viaje por la sangre, y también existe la opción de inyectarlo directamente en el tumor.
La verdad es que creo que aunque esta terapia ofrezca resultados prometedores, es bastante costosa. En primer lugar, sería pasar de una terapia en masa (la quimioterapia es más o menos igual para todos los pacientes) a una terapia personalizada. Cada tumor tendría que ser estudiado primero y después se desarrollarían virus a medida para cada tumor. Demasiado costoso, ¿no? Pues eso no es razón para dejar de lado la investigación, sino para avanzar en ella todavía más. Al fin y al cabo, lo que ahora es normal y corriente seguro que antes era increíblemente caro y complicado de conseguir.
Y de hecho, incluso se han planteado formas muy creativas de llevar a cabo esta terapia. Andrew Hassel tuvo la idea de imprimir los virus con una impresora 3D, de tal forma que fueran muy baratos y que pudieran conseguirse rápidamente y además, personalizados para cada cliente. La verdad es que su proyecto sigue en estudio y no lo veo muy claro, por lo menos a corto plazo, pero la idea es seguir estudiándolo.
Muchos científicos aseguran que curar el cáncer no es tan fácil como estos visionarios lo pintan, pero sí que es verdad que en las últimas décadas se ha avanzado muchísimo, y que la quimioterapia, aunque útil, tiene muchísimos efectos secundarios y podría mejorarse (muchas quimioterapias no son nada selectivas, ya expliqué en qué se basaban en esta entrada y no, no me he confundido de link, de verdad que lo explico). Por tanto, las vías para conseguir nuevas terapias siguen activas y hay muchísima gente trabajando en ellas.
Virus para modificar los genes
Creo que he repetido como mil veces que los virus son capaces de introducir su material genético en la célula. Y también he dicho que a veces lo pueden dejar dentro del cromosoma, para que la célula lo trate como si fuera suyo propio y se reproduzca con él. Esta misma herramienta nos sirve hoy en día para modificar el genoma de distintas células in vivo (a pesar de que se estén poniendo de moda otros mecanismos más molones como CRISPR) en lo que se puede llamar "terapia génica".
Y sí, aunque parezca de ciencia ficción se utiliza ya (lo que pasa que sobre todo a nivel de laboratorio. De hecho, el otro día yo infecté unas bacterias con el fago M13 en las prácticas de ingeniería genética).
La cosa es que, como ya he dicho antes, tenemos muchas herramientas para modificar el genoma de los organismos y usarlos como queramos. Así, un virus puede convertirse en una jeringuilla perfecta para introducir el material genético que nosotros queramos dentro de la célula que nosotros queramos. Y esto puede resultarnos muy útil, de verdad.
Actualmente se está estudiando, y mencionarlo todavía suena a ciencia ficción, pero sí que es cierto que los virus son herramientas muy específicas. Vale, para usar los virus para modificar el genoma de personas in vivo habría que tener mucho cuidado. Por un lado, se tendría que elegir un virus de ciclo lisogénico (es decir, los que introducen los genes en el cromosoma, justo los del tipo contrario que en los anteriores casos).
Ciclos lítico (para cáncer y bacterias) y lisogénico (para vectores). Podéis cambiar la célula de bacteria por una animal. |
Además, tendríamos que saber seguro dónde va a colocar su material genético el virus porque, ¿qué pasa si lo mete en mitad de un gen esencial y lo estropea?¿O si accidentalmente activa un gen que produce cáncer? Porque sí, esas cosas pueden ocurrir. Nosotros queremos generar mutaciones específicas, pero tenemos que tener mucho cuidado de que no se nos vaya de las manos.
De todas maneras, esta última parte os la dejo a vosotros para especular, ya que no hay mucho más que lo que he dicho, pero sí muchas preguntas. ¿Podrían los virus darnos superpoderes? (pista, no creo). ¿Podríamos cambiar las características de algunas partes de nuestro cuerpo usando virus? (por ejemplo, infectarnos con un virus que contenga muchas copias del gen de la melanina y ponernos más morenos) ¿Podríamos inactivar genes peligrosos usando virus? (pues seguramente sí, pero no es la única técnica que existe).
Conclusión
Espero que os hayáis dado cuenta de que los virus, como la mayoría de las cosas de este mundo, tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Y espero que os hayáis dado cuenta de lo importante que es investigar, tener la mente abierta y pensar fuera de la caja. Desde luego, si existe un único pensamiento de "virus caca, fuera" no se habría conseguido lo que se ha conseguido ya.
Yo creo que en el futuro, los virus tendrán más importancia como herramientas terapéuticas, aunque ya sabéis que estas cosas van despacio, hacen falta tres fases de ensayos clínicos bastante largos, muchos experimentos, muchos permisos... Estoy segura de que no los tendremos de aquí a mañana (además, aunque muchos de estos tratamientos se usen ya, no se hacen con el paciente de a pie, sino con aquellas personas que ya no responden a los tratamientos convencionales).
Espero que os haya gustado la entrada, y si es así, no olvidéis comentar y compartir por las redes. ¡Hasta el próximo domingo!
*Gracias a mi profe de Microbiología, que decía esa frase para que nos pegáramos de bruces contra la realidad.
**Sabed que uno de los motivos por los que algunas áreas de la ciencia no avanzan más es por el rechazo de la sociedad. A veces es complicado decidir invertir en algo que sabes que a la gente de a pie le va a dar miedo o asco.
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